Llevaba tiempo queriendo compartir mi experiencia como jurado en diferentes festivales de cine. Si bien no he participado en un número ingente de festivales, quería compartir mis vivencias y dejar algunas observaciones sobre este trabajo.
Experiencias
¿Soy o no una cinéfila?
Siempre he dicho que no soy cinéfila, por lo que he recibido muchas críticas desde bastante joven. Si atendemos al significado de la palabra cinéfila es, según la RAE, una persona aficionada al cine. Aficionada hace relación a afición. Según este organismo, afición es el gusto o interés por una cosa, en este caso, el cine. Otro término es la cinefilia que hace referencia a la pasión por este arte.
Creadoras y visibilidad (mediática)
En esta entrada voy a resumir el directo Cine, creadoras y visibilidad (mediática) a la que me invitó Escuela Periféricas el 1 de mayo de 2020 y conducido por la periodista Carmen V. Valiña. He decidido titularlo sin la palabra cine porque creo que es perfectamente aplicable a las creadoras en general, aunque me base en mi experiencia como cineasta y periodista.
12 Claves del Marketing Audiovisual Corporativo
Sea como fuere, la experiencia ha hecho que el marketing corporativo audiovisual sea una de mis especialidades. Con el objetivo de compartir esta experiencia os dejo varias claves para afrontar con éxito este trabajo dentro de un Departamento de Marketing Audiovisual en una empresa o con clientes particulares:
1. Son encargos, no obras de arte.
Si tienes un artista dentro, enhorabuena, nunca sobran en la sociedad en la que vivimos, pero ojo, a no ser que valoren económicamente tu arte y que te llamen porque tienes un nombre y un caché, cíñete a realizar el encargo. Te lo ilustro con dos situaciones que pueden ocurrir cuando te piden una tarea:
Situación incorrecta: «Quiero hacer una movida que impacte en el cliente para luego…» Corta el rollo, que no te pagan por esto.
Situación correcta: «Me piden que haga esta tarea y cuento con estos recursos, ¿qué puedo hacer combinándolos?». ¡Bingo! Las casas no se empiezan por el tejado.
No malgastes tus inquietudes artísticas, porque lo más probable es que apenas nadie lo valore. Y, segundo, tu vena artística te desviará de lo que realmente se demanda. Esto solamente conduce a que pierdas el tiempo y, a la larga, a que te devore la frustración. Guarda esa energía para tus propios proyectos. Afortunadamente, si haces esto bien repetidas veces, el cliente ya te dirá qué quiere en una frase y te ofrecerá libertad absoluta. Es una cuestión de confianza.
La directora de cine en Madeira | Cómo se hizo Relax & Siesta
¡Vaya viajecito el de Madeira! En casa, y con retranca, bautizamos el rodaje como Relax & «Siniestra». Fue en marzo del año 2017. Y, que editado exactamente tres años después, durante la cuarentena global de 2020, parece que el apodo le sienta, desgraciadamente, muy bien.
III. Un documental en la era de internet | Amar en Libertad
Cuando me decidí a autoproducir este proyecto, mi intención era puramente altruista, es decir, quería subirlo libremente a la red para disfrute del público. Sin embargo, durante los dos años que llevó su realización, tuve que enfrentarme a ciertas cuestiones éticas que me hicieron reflexionar mucho sobre el modelo de distribución cinematográfico actual.
Varias personas del mundo audiovisual rechazaban la idea de que subiera el documental libremente a la red, ya que sería tirar piedras contra nuestro propio tejado: a pesar del ingente consumo audiovisual y el dinero que mueve, sigue habiendo mucha precariedad, personas a las que no se nos valora económicamente el trabajo y que no podemos vivir de ello. Por lo menos, había que intentar cubrir los gastos. Recordé que lo mismo habíamos comentado, Sara Moreno y yo, cuando nos planteamos realizar una segunda parte de su documental Enséñame, pero bonito, el trabajo en el que se inspira Amar en Libertad. Si lo hacíamos teníamos que cobrar en condiciones, había que valorarlo económicamente. Moreno se mudó a otro país y no tuvimos ocasión para poner en práctica nuestros propósitos.
II. Un montaje de alta costura | Amar en Libertad
Si hay algo que caracterice y diferencie a este trabajo de otros es la forma de contarlo, es decir, el montaje del mismo.
Diego Faraone, crítico de cine, en un artículo de la revista Dossier expone que el montaje es el tercer nacimiento de una película después del guión y el rodaje. No puedo estar más de acuerdo. Personalmente, no concibo la dirección sin el montaje, por lo que el 100% de mis proyectos los edito con mis propias manos. Como directora, la forma de narrar la tengo que hacer a mi manera y es una parte esencial de mi propio trabajo como creadora.
Mi objetivo principal con Amar en Libertad es que aquella persona que tenga interés en acercarse al poliamor y al papel de la mujer en la misma, tenga la opción de poder aproximarse bastante en apenas una hora de duración.
I. Una trilogía sobre el amor | Amar en Libertad
No creo que las ideas se gesten de un día para otro. Sí que se materializan así, pero no caen del cielo y menos de manos de unas musas. A no ser que las musas sean el tiempo, la reflexión y la asociación de ideas. La semilla de Amar en Libertad viene de lejos y ha sido la conjunción de varios factores y personas que han propiciado que esta idea florezca hasta convertirse en una obra audiovisual.
En cuanto al contenido del documental, la semilla hay que buscarla en una historia que comenzó con Natalia P. Rodrigo y Patricia Prieto con la creación de Amor.
Abandonar el cine| Arte e hipotiroidismo
Soy gallega hasta para enfermar. Al parecer, Galicia tiene altos niveles de hipotiroidismo. Lo primero que me llamó la atención de esta enfermedad fue la indiferencia que produjo en mi círculo cercano. No esperaba compasión, simplemente que entendieran que necesitaba tiempo para asimilar que tenía una enfermedad catalogada como crónica, es decir, para el resto de la vida. Es comprensible su postura: mucha gente que conocen la sufre y con una pastilla lo tienes «solucionado». Éche o que hai.
La Directora de Cine en el Congo (III)
A LA VUELTA DEL CONGO
Asimilando el viaje
Durante varias semanas seguí pensando en el viaje. Como íbamos con seguridad en todo momento, es como si hubiera estado en una burbuja aislada de la realidad. Como si hubiese sido una ilusión y nunca hubiera estado allí. También hay que tener en cuenta que viajamos a la megaciudad de Kinshasa, la capital de la República Democrática del Congo, y que seguramente la experiencia variaría un poco si frecuentásemos ambientes más rurales.