Sea como fuere, la experiencia ha hecho que el marketing corporativo audiovisual sea una de mis especialidades. Con el objetivo de compartir esta experiencia os dejo varias claves para afrontar con éxito este trabajo dentro de un Departamento de Marketing Audiovisual en una empresa o con clientes particulares:
1. Son encargos, no obras de arte.
Si tienes un artista dentro, enhorabuena, nunca sobran en la sociedad en la que vivimos, pero ojo, a no ser que valoren económicamente tu arte y que te llamen porque tienes un nombre y un caché, cíñete a realizar el encargo. Te lo ilustro con dos situaciones que pueden ocurrir cuando te piden una tarea:
Situación incorrecta: «Quiero hacer una movida que impacte en el cliente para luego…» Corta el rollo, que no te pagan por esto.
Situación correcta: «Me piden que haga esta tarea y cuento con estos recursos, ¿qué puedo hacer combinándolos?». ¡Bingo! Las casas no se empiezan por el tejado.
No malgastes tus inquietudes artísticas, porque lo más probable es que apenas nadie lo valore. Y, segundo, tu vena artística te desviará de lo que realmente se demanda. Esto solamente conduce a que pierdas el tiempo y, a la larga, a que te devore la frustración. Guarda esa energía para tus propios proyectos. Afortunadamente, si haces esto bien repetidas veces, el cliente ya te dirá qué quiere en una frase y te ofrecerá libertad absoluta. Es una cuestión de confianza.